Las
fuertes ráfagas de viento se calmaron y pasaron a ser una fuerte brisa,
mientras el joven alternadamente paseaba y saltaba por la playa. De pronto, un objeto de forma extraña, blanqueado
por la acción de los elementos, atrajo su atención. Grueso como la pierna de un hombre de un
extremo, curvado y estrechándose casi hasta hacerse una punta del otro, llegaba
casi hasta su hombro.
Posándolo delante de él con el cuidado que se da a un
recién nacido, cogió una piedra cercana y empezó a golpearlo para saber de qué
estaba hecho. Luego de quince minutos de
sudar profusamente y poco progreso, su dureza derrotó sus esfuerzos.
Con un brillo de alegría en sus ojos llegó a una
decisión definitiva. Recogiéndolo y
arrastrándolo por la arena, lo jaló despacio hasta la subida de su casa a unos
cientos de metros de distancia.
Allí, su padre y su hermano mayor estaban a la mitad
del trabajo de construcción de una nueva cerca de ladrillos para reemplazar la
de madera que había sido aplanada por la peor tormenta que pudieran recordar. Al ver a su joven hijo resoplando y
arrastrando un objeto curvo por el pasto, gritó,
“¿Qué
tienes allí?”
“No lo sé papa, lo encontré en la
playa. Es la cosa más dura que he visto
jamás.”
Tomándola en sus manos y examinándola
desde diferentes ángulos, su padre simplemente dijo, “Es parte del espinazo
de una ballena. Debe haber sido varado
por el mar durante la tormenta.
¿Para
qué lo trajiste aquí?
Con inocente orgullo el niño anunció su
excelente idea,
“Creí que podrías usarla para la cerca. Es
tan fuerte.”
“No hay duda sobre su solidez, hijo.
Muchos barcos de pesca han sentido el poder detrás del chasquido de la cola de
una ballena. Pero estaría fuera de lugar
en la cerca. Simplemente no encajaría
con los ladrillos y el mortero. En lugar
de ayudar, probablemente haría que la estructura fuera más débil.
Desconcertado y moviendo la cabeza con desolación
se volvió para jalarlo de regreso a la playa.
“Entonces no puedes usarlo?”
“No, hijo. A pesar de su solidez, solo puede tener valor
por ser una curiosidad.”
vvvvv
Las cosas realmente tienen poder y
fuerza cuando son utilizadas en su contexto correcto.
Si yo tengo toda la paciencia del mundo,
pero la situación requiere una acción determinada, mi estructura interna se
debilita y entonces cualquier protección que hubiera podido permitirme se ve
disminuida.
Si yo tengo un entusiasmo interminable
para tomar acción, pero las circunstancian requieren de perseverancia, no podré
soportar la presión que éstas me imponen.
La meditación me ayuda a acumular poderes y
virtudes espirituales de manera que estén a mi disposición cuándo y dónde yo
escoja utilizarlos.
Historia
corta del libro "Reflexiones para una vida plena" por Ken O'Donnell ,
Editora Integrare, São Paulo (link)
Traduccion: Maria Elena Larrea
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