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martes, 24 de septiembre de 2013

Escoge vivir




“Aprendemos geología 
la mañana siguiente al 
terremoto”.

Ralph Waldo  Emerson





Recientemente fui invitado al pueblo de Santa María, al sur de Brasil, por un grupo de preocupados ciudadanos y funcionarios públicos para hablarles sobre los tiempos que estamos viviendo.  Era el lugar donde 250 jóvenes perdieron la vida en el incendio de una discoteca en enero de 2013.
Es muy difícil olvidar las escenas de horror que salieron en todas las noticias en ese entonces, especialmente para a las familias que perdieron a sus seres queridos.  Sabemos que la vida es dura, que las tragedias ocurren algunas evitables y otras no.  Los edificios se derrumban, los barcos se hunden, los terremotos y tsunamis causan destrucción.  En este caso, fue una serie de errores humanos, tanto antes del evento, como el mismo día del desastre.  La lista de errores que contribuyeron al incendio es larga:
  • El lugar estaba abarrotado de gente esa noche.
  • El cantante encendió una llama en el escenario.
  • Las chispas llegaron al techo de espuma y se inició el fuego.
  • El extinguidor de fuego al lado del escenario no funcionó.
  • Las salidas eran demasiado estrechas para permitir la salida de tanta gente.
  • Etc. etc.
Como siempre, cuando tales tragedias humanas ocurren, nos quedamos con los restos de una triste realidad y el recuerdo de lo que pudo haber sido.  A pesar del sufrimiento, la vida continúa.  Sin embargo, se lo debemos a aquellos que perecieron: el aprender las lecciones correctas, tanto desde el punto de vista técnico como humano.  Castigamos a aquellos que deben ser castigados.   Lamentamos las vidas perdidas.  No obstante, el tributo más grande a los seres que dejaron sus cuerpos en el incendio es aprender todas las lecciones que podamos, para prevenir desastres similares en el futuro.  Desafortunadamente, no hay garantía de que así será. 
Como siempre en tales situaciones nos abocamos intensamente a buscar soluciones.  Cumplimos al pie de la letra la frase de Emerson, citada al inicio de este artículo.  En este caso, a lo largo del país, las autoridades locales se movilizaron para revisar los permisos de las discotecas y otros ambientes cerrados, así como para aumentar la seguridad.  Pero se hizo a posteriori, y las lecciones sólo nos sirven si constituyen la base de una nueva y más completa previsión, basada en decisiones más firmes.  No tiene sentido entrar en el irreal tiempo verbal “si solo hubiéramos –o no hubiéramos- hecho tal cosa, podríamos haber hecho esto o aquello”.  Ocurrió.  Sigamos adelante, pero poniendo más atención.
Durante la charla recordé el principio del clásico de Charles Dickens, “Historia de Dos Ciudades”, sobre la época de la Revolución Francesa durante la cual Londres y Paris chocaron:
Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, era la edad de la sabiduría, era la edad de la necedad, era la época de la fe, era la época de la incredulidad, era la estación de la Luz, era la estación de la Oscuridad, era la primavera de la esperanza, era el invierno de la desesperación, teníamos todo delante de nosotros, teníamos nada delante de nosotros….”
Esta frase muestra las elecciones que tenemos en todas las épocas, especialmente en la actual.
Es crucial aprender a identificar la variedad de opciones de estilos de vida que tenemos para elegir, entre lo mejor y lo peor, y desarrollar el poder para discernir cuál es la base para hacer las elecciones correctas.   El poder interno surge de la práctica de la meditación y la reflexión personal, lo que nos ayuda a tener menos y mejores pensamientos  
Alguien que trata de ver el mundo únicamente a través del ojo de sus propios intereses egoístas termina viendo el mundo no como realmente es, sino como el ego le dice que es.  Si miramos con perspectiva, naturalmente veremos más.  Si vemos más, entendemos más y elegimos mejor. 
En un año como el que hemos tenido hasta ahora, no puedo pensar en un mayor regalo para alguien de cualquier edad que el tener el poder del discernimiento.  Las 24 horas del día recibimos un bombardeo de información verbal, visual y escrita.  Un ser humano que vive hoy en una gran ciudad aprende más en un día de lo que pudo aprender alguien en la época de la Revolución Francesa durante toda su vida.  Hay un buffet continuo de ofrecimientos para nuestros sentidos.   Con tan grande variedad de productos, servicios, cursos y foros de entretenimiento es difícil saber qué queremos, y navegar adecuadamente en un mar cambiante de verdades y falsedades
El poder de discernir es la habilidad de ver la diferencia entre dos o más objetos o situaciones. Es una brújula importante en estos tiempos aquejados de problemas.  Se convierte en el arma más poderosa para conseguir el éxito, no solo en nuestra vida personal sino en la profesional
Finalmente, si tenemos el poder de discernir, podemos elegir cómo, dónde y con quién celebramos la vida.
Luego de cambiar de lugar con un amigo, para morir en la guillotina, Sydney Carton, el héroe de 'Historia de Dos Ciudades”, dice justo antes de caer el hacha: “Es lo mejor que he hecho en mi vida; entro al mejor reposo que jamás he conocido.

Hasta el último minuto elegimos nuestro camino.

Autor: Ken O'Donnell
Traduccion: Maria Elena Larrea

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